Publicado el 28 de Marzo de 2016
Aunque la uva es originaria de Borgoña, con el paso del tiempo, la uva Pinot Blanc cobró mayor fama en la región de Alsacia, donde es una de las cuatro uvas más comunes que crecen allí. Más tarde se extendió al resto de Europa y a otras regiones.
Las exigencias que la Pinot Blanca plantea al suelo y al clima revelan su parentesco con la Pinot negro. Esas exigencias son altas, requiere suelos cálidos, profundos y fuertes, así como ubicaciones al descubierto y cálido-secas. El cultivo de esta variedad no plantea, sin embargo, mayores problemas y puede alcanzar gran peso de mosto por su largo periodo de maduración.
Entre sus principales características se encuentran su particular sabor dulce, con una acidez muy tenue por lo cual se recomienda que se beba cuando el vino es aún joven. Son vinos de cuerpo ligero que se suelen degustar como aperitivo.
Es una uva de Borgoña. Hoy en día, se instala en Alsacia donde entra en las plantaciones muchas denominaciones de Alsacia. El clima continental que significa inviernos fríos y veranos calurosos, especialmente adecuados para Pinot Blanc. Resiste la congelación de invierno y el verano sus raíces se basan en los minerales del suelo caliente que necesitan. Muy operado en Italia, donde se representa a casi 7000 hectáreas, Pinot Blanc también está presente en Alemania, Austria, Canadá y África del Sur y en los países del Este. Pinot Blanc es un vino de entrada sino también como plato principal. Es un vino que se abre rápidamente. Agradable, suave con acidez media, que representa un término medio en la gama de los vinos de Alsacia.
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