Publicado el 17 de Octubre de 2014
Sicilia es la mayor isla del Mar Mediterráneo, cuna de civilizaciones, que a sobrevivido al paso del tiempo por su carácter excepcional, sus tradiciones y su tierra, que hace de la isla un lugar único, siempre atento al Volcán Etna, que mantiene vigilantes a los sicilianos
Su tierra es privilegiada por tener un clima calido, la influencia del mar y un suelo volcánico rico en nutrientes. Desde los griegos, Sicilia tiene una tradición vinícola muy arraigada, que en la actualidad ha sabido potenciar hasta posicionar sus caldos en muy buen lugar.
En Sicilia, la viticultura se ha practicado desde tiempos muy remotos; estaba ya presente en la isla en el II milenario A.C.
Hay más de 40 variedades de uva de la que sin duda destaca la Nero D´Avola, que es el emblema de la viticultura siciliana. Las uvas más características son:
Nero d’avola, Nerello mascalesse, Nerello capuccio, Catarrato, Inzolia, Grillo, Calabrese.
El territorio siciliano cuenta con numerosas variedades autóctonas algunas de las cuales vienen cultivadas de manera casi exclusiva en la zona del Etna
Algunos vinos D.O.C., como por ejemplo el Etna Rosso y el Etna Bianco, se obtienen a partir de esta variedad de uva.Los viñedos se extienden a lo largo y ancho de las laderas del Etna; de hecho se pueden encontrar viñedos incluso a 1300 metros de altura.
La zona de producción de estos vinos está dominada por la inmensidad del Etna, cuya potencia es constantemente visible a través de los ríos de lava en los que generaciones de viticultores han trabajado sus viñas en terrazas de cultivo. Los vinos son tan salvajes como sus suelos o como los escupitinajos de la lava. Algunas tierras cuyas cepas eran alimento de las cabras en un pasado reciente hoy son generadoras de felicidad. Una viña vieja discontinua porque junto a esas cepas prefiloxéricas encontramos partes de roca negra. Pero es un terruño diferente, son muchos terruños que nacen con cada erupción del volcán que renueva la tierra; por eso nadie sabe con certeza los años de los terrenos que pisa.
La uva blanca Assyrtiko en Santorini o la Carricante blanca y la Nerello Mascalese tinta en Sicilia despliegan toda su categoría en los suelos de lava. Aunque la superficie de la tierra se calienta, el calor no se transmite a las capas inferiores. Y tampoco se refleja. Así, las vides hunden sus raíces en tierra siempre fresca. Y las uvas crecen a la sombra, entre las hojas de las cepas en arbusto.
Para visitar la zona vitivinícola del Etna, hay que entender el rol protagónico en la historia de Sicilia y en todo el Mediterráneo del vino: el mito de Ulises que ofrece el vino a Polifemo, representado en una figura de los mosaicos de la Villa del Casale de Plaza Armerina y racimos de uvas esculpidos en los capiteles de estilo árabe del monasterio benedictino, al lado de la catedral de Monreale son el testimonio de un pueblo que con la vid ha compartido muchas generaciones.
Itinerario de los caminos del vino
Se puede elegir entre cuatro rutas trazadas para realizar un paseo enogastronómico sobre el volcán, extenso territorio fértil de Sicilia: historia, productos típicos y vinos de calidad son el denominador común de los itinerarios.
Los viñedos se dividen en tres laderas diferenciadas:
Ladera sur : La vid la encontramos entre los 600 y 1.000 metros de altura y es donde se encuentras los viñedos más altos. Las variedades principales son la nerello mascalese, carricante, garnacha, nerello cappuccio y vesparola. Es la parte donde más cenizas volcánicas hay y la de terrenos más fértiles con una viticultura de media calidad.
Ladera este : Los viñedos se encuentran entre los 400 y los 900 metros y los suelos son ricos en esqueletos con una pendiente que alcanza el 40% y destaca la nerello mascalese, sobre todo en las partes más altas. La carricante blanca que madura unos 20 días antes que en las otras laderas y es donde encuentra el mejor lugar para dar alta calidad.
Ladera norte : La viña se encuentra entre los 400 y 800 metros y es la zona donde con más vocación para los vinos tintos de alta calidad. Aquí encontramos los viñedos más viejos de nerello mascalese junto a otras variedades de calidad locales como la nerello cappuccio, garnacha o vesparola junto a las blancas carricante y minnella. Suelos de ceniza, basalto o piedra pómez
En la actualidad Sicilia ofrece diversas rutas del vino con las que los enoturistas pueden conocer a fondo las tradiciones y la cultura enológica del lugar.
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