Publicado el 16 de Octubre de 2015
Este verano ha sido muy duro, altas temperaturas y escasas lluvias, las características del "terroir", con suelos profundos arcillosos cubiertos de guijarros, han permitido que no se resiente la calidad de nuestra uva, aunque si la producción que se ha visto mermada en un 10% aproximadamente.
La uva ha entrado en la bodega muy equilibrada y con una sanidad casi perfecta, esto augura que los vinos de la añada 2015 se signifiquen por su calidad.
Las bodegas acogidas a la D.O.P. Ribera del Júcar, ven con gran ilusión la añada que comienza y continuar elaborando vinos de gran calidad.
Esta joven D.O.P. se creó en 2003 y cuenta con una extensión de más de nueve mil hectáreas de viñedo, situadas en los municipios conquenses de Casas de Benítez, Casas de Fernando Alonso, Casas de Guijarro, Casas de Haro, El Picazo, Pozoamargo y Sisante.
La creación de la nueva Denominación de Origen Protegida Ribera del Júcar es un paso más en la línea de superación que evidencia el gran esfuerzo de los viticultores por mejorar sus producciones, adaptándose al mercado y al gusto de los consumidores más exigentes apostando decididamente por la elaboración de vinos de gran calidad y embotellándolos bajo la D.O.P Ribera del Júcar.
Para ello, estas bodegas han hecho un gran esfuerzo inversor en nuevas tecnologías para elaborar vinos de gran calidad y los viticultores en la reconversión de sus viñedos en variedades complementarias a las tradicionales como el Bobal, Tempranillo o Moscatel de Grano Menudo.
Las variedades de vid que se incluyen en la denominación son en tintas: Cencibel o Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah y Bobal, Petit Verdot y Cabernet Franc y en variedades blancas Moscatel de Grano Menudo y Sauvignon Blanc.
El 50 % de las variedades tienen una edad de entre 35 y 40 años, lo que asegura una buena relación entre la producción y la calidad de la uva.
Los vinos blancos tienen en la fase visual, color amarillo pálido pudiendo mostrar tonalidades verdosas o ambarinas, en la fase olfativa, francos afrutados y con aromas primarios limpios y frescos, en fase gustativa, persistentes, suaves, ligeramente ácido, con retrogusto armonioso y frutal, equilibrio entre su graduación, acidez y contenido, en su caso, en azucares residuales.
Los vinos de crianza tientos, en la fase visual tienen colores que van desde el rojo rubí al rojo cereza, con irisaciones teja, combinados con púrpuras. Limpios, brillantes y de capa media, en la fase olfativa aroma limpio e intenso. Se percibe discretamente al principio alguna nota de fruta roja, junto con notas vainilladas y torrefactadas de intensidad media-alta. Aparecen también ligeras notas de cacao.
Por la vía retronasal, recuerdos discretos a fruta roja madura, junto con notas intensas de tipo balsámico y torrefacto, en la fase gustativa: cuerpo intenso y tanicidad media. Postgusto largo e intenso.
La Denominación de Origen Protegida “Ribera del Júcar”, esta concebida como un proyecto multifuncional que gira en torno al equilibrio del ecosistema vitivinícola, siendo su origen las practicas respetuosas con el medio ambiente en el cuidado de nuestras viñas y como objetivo el desarrollo de los viticultores y de los habitantes de nuestros pueblos en general, a través de actividades paralelas al vino, como es el ecoturismo, visitas a bodegas alternativas de ocio al aire libre.
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