Publicado el 15 de Noviembre de 2024
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Nuestras raíces
Nuestra Alma Minas Gerais. El lugar donde nacimos siempre nos trae buenos recuerdos. En Senador José Bento aparece una bodega de Alma Mineira. Un homenaje a la infancia en estas tierras donde alguna vez se cultivó café y ahora, uvas y la historia de una familia que creó raíces llenas de apegos y recuerdos en este hermoso pedazo de tierra de Minas Gerais.
La ubicación de la bodega
En Senador José Bento, a 33 km de Pouso Alegre, aparece la primera bodega auténtica de Alma Mineira. Fundada por la familia que arraigó en estas tierras y hoy cultiva aromas, recuerdos y vinos de la más alta calidad. Alma Mineira reserva momentos especiales degustando buenos vinos y disfrutando del hermoso paisaje.
El Alma de Minas Gerais
Aquí el Alma Minera se confiesa: En nuestros pasados siempre hay una vía de ferrocarril donde travesea nuestra inaugural inocencia. El ferrocarril era una maquina moderna de hierro que nos parecía eterna, y la veíamos siempre atravesado el sosegado paisaje, y con esa imagen se entremezclaban el aroma del café de los amaneceres, filtrado siempre por un a abuela en un colador de tela. Era parte inseparable de nuestro hogar el pan de queso recién salido del horno, y el lejano silbato del tren anunciando venidas y despedidas. Pues el tren minero nos devolvía la nostalgia de los días perdidos. La sola idea de saber que ya fuimos más prósperos o que tuvimos toda una vida por delante llena de estilo, con brisas trayendo el perfume de los árboles, todo eso nos enternece.
El vino del alma minera envasa en sus botellas toda esta sana poesía y protectora añoranza, este legado cultísimo nos anima a trazar nuevos caminos sin perder nuestra esencia. Pues todavía los mineros con su apacible acento, que sabe en su retrogusto al dulce de leche casero, nos interpelan de forma delicada y como preguntando, así nos hace parte de su ancestral familia. Ese es el soplo de vida de este nuevo vino que rescata recuerdos eternos en el alma minera.
Welles Pascoal
El entusiasmo legitimo y honesto por hacer parte de la cultura del vino lo llevó al agrónomo Welles Pascoal a invertir en la producción de uvas vitis viníferas y fundar la bodega temática Alma Mineira. Como antiguamente se hacía con el tren trajo para su tierra la última novedad del progreso. Con un viñedo ubicado en el municipio Senador José Bento, en el sur de Minas, ya obtuvo cuatro vendimias y las primeras botellas de vino ya fueron producidas. Alma Minera trae con el milagro de la vida la vendimia en el invierno, lo hace gracias a las nuevas técnicas inventadas en su tierra, la afamada doble poda que reinventa la tierra y de la que el mundo del vino reaprende. lo largo del año, el objetivo también es trabajar en la instalación de un hotel boutique y un restaurante. resultando así una estructura completa para el enoturismo.
La bodega, el vino y las uvas
Ubicada en una zona con una altitud de entre 800 y 950 metros, la propiedad cultiva uvas Syrah, Sauvignon Blanc y Cabernet Franc. La idea es plantar también las variedades Marselan, Cabernet Sauvignon, Petit Verdot y Viognier. El proyecto prevé una superficie plantada de entre 13 y 14 hectáreas de viñedo.
Según Pascoal, la cosecha de uva de 2023 se estima en unas 20 a 24 toneladas. “Estimamos una producción de alrededor de 15 mil botellas de vino Alma Mineira. El año que viene, la meta es llegar a las 30 mil botellas. La capacidad de la bodega es de 100.000 botellas al año, pero está diseñada para permitir hasta 150.000 botellas anuales”.
Con la producción de vinos blancos, rosados y tintos, el objetivo es también producir vino espumoso en los próximos años. Para ello, las uvas para el vino espumoso deben plantarse a una altitud de 1.200 metros.
Los vinos
Los vinos están llenos de añoranzas, como esos trenes a los que alguna vez subimos y hoy no están mas. El vino Felício, es un Syrah recuerdo al abuelo que falleció 40 años atrás arriba de un tractor, también un es un vino gran reserva que pasó 14 meses en barriles de roble francés, otro vino es dedicado al padre Welles, el Gran Reserva Felício Pascoal. Una obra ejemplar, exclusiva, cada sorbo revela el inigualable sabor de las uvas de una excelente vendimia, provenientes de un terruño excepcional, con un destaque mineral característica de la región montañosa de la Serra da Mantiqueira. tiene un sabor único e inconfundible, ideal para momentos especiales o para transformar un día cualquiera en una celebración.
Otro vino es un Syrah rose, que nos dice en francés C'est la vie, como sentencia la canción de Emerson Lake and Palmer, y un excelente Sauvignon Blanc, es el esperado ¡El esperado Brumado Sauvignon Blanc! un vino refrescante, vibrante, perfecto para cualquier ocasión, que aporta toda la tipicidad, frescura y elegancia de los vinos de doble poda de la Serra da Mantiqueira. En nariz presenta aromas llamativos y memorables, con notas de cítricos, maracuyá y frutas de hueso maduras, que aportan complejidad a este vino. En boca es un vino untuoso y fresco, de cuerpo ligero y elegante, que revela armonía entre sus componentes, con una acidez refrescante.
El proyecto de la bodega
El proyecto arquitectónico de Vinícola Alma Mineira es diseñado por la arquitecta Vanja Hertcert, referente de la Arquitectura del Vino en Brasil, con varios proyectos realizados en el país. La historia se inició así, al saber cómo sería bautizada la bodega, la arquitecta recorrió los pueblos donde todavía estaba el barroco colonial y el rococó de las iglesias, en esas calles de piedras percibió que lo que más representaba las esperanzas y los sueños de estas tierras eran sus puertos con caminos de hierro, y esos puertos eran las estaciones de trenes. Esas estaciones marcaron el paisaje durante un siglo. Alma Mineira, en sus espacios, traducirá exactamente estas llegadas y salidas, estas experiencias que nos trae el viaje. Allí la arquitecta diseñó la gran vasija madre de vinificación y, en sus bordes, dos grandes estaciones: una de recepción de la materia prima y otra de degustación.
El tren
El tren fue la insignia misma del triunfo de la inteligencia del hombre sobre el paisaje, y curiosamente la doble poda y la vendimia de invierno representa ahora lo mismo. Antaño la llegada de un ferrocarril a cualquier lugar provocaba grandes esperanzas y bullicio, especialmente en el Brasil del siglo XIX, donde el transporte terrestre era sacrificado y doloroso realizado básicamente sobre los lomos de los sufridos animales. Además de introducir nuevos elementos que provocó cambios en diversos aspectos de la sociedad, ahora se podía viajar sin sufrir. Los ferrocarriles fueron, al principio, “construidos para servir a la agricultura de exportación”, impactando de forma distinta sobre los cultivos de café y de caña de azúcar en Brasil. El mundo occidental experimentó lo que podemos considerar una verdadera “fiebre” de grandes exposiciones universales y fuegos de artificio, en las que la ingeniería ferroviaria fue la estrella de nuevas consagraciones.
El vidrio y el hierro, utilizados en la construcción de estaciones de ferrocarril, los transformaron en verdaderos templos de la modernidad, pronto fue un lugar lleno de recuerdos con emocionantes encuentros y emotivas despedidas”, aquele espacio fue un gran epicentro de la vida, más allá de su provecho funcional para el embarque y el desembarque.
Consejo
No puedo despedirse de la vida sin visitar la bodega Alma Mineira, allí hay una posada y un restaurante para concentrarse entre vinos en la fascinante experiencia de disfrutar la vida.
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