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La difusión de la cultura gallega a través del Albariño

 

MARTÍN CÓDAX Y LA VERSATILIDAD DE LA UVA ALBARIÑO

CAMBADOS (PONTEVEDRA)

 

En nuestro viaje por los diversos paisajes vinícolas de España hacemos una parada en la localidad pontevedresa de Cambados para explorar una de las bodegas gallegas más reconocidas actualmente, tanto en el panorama nacional como en el internacional: Bodega Martín Códax.

Su ubicación es verdaderamente excepcional por estar enclavada en una privilegiada colina en Val do Salnés desde la que se contempla tanto la Ría como la Isla de Arousa entre viñedos emparrados.

 

 

 

 

La historia de esta bodega nace con la visión de un grupo de familias viticultoras qué, orgullosas de sus raíces, se comprometieron a introducir en cada botella la esencia del paisaje gallego frente al mar. Actualmente, la gran familia de Martín Códax la componen más de 270 socios y cuenta con la colaboración de más de 300 familias viticultoras.

Desde sus inicios, este proyecto ha estado estrechamente vinculado al mundo del arte y a la cultura gallega. Por ello el nombre de la bodega rinde homenaje a uno de los ilustres trovadores gallegos del siglo XIII, Martín Códax. Y por esta razón, tanto en las etiquetas de las botellas como en sus corchos están grabados fragmentos de sus cantigas que difunden su cultura y su tradición a todos los rincones del mundo donde sus vinos están presentes.

 

 

 

 

Para conocer más a fondo lo que atesora Martín Códax viajamos a las Rías Baíxas, una región gallega con tradición vitivinícola milenaria heredada de generación en generación donde, en cada hogar, pazo y casa señorial que salpica su mágico paisaje, se elaboraba vino tradicionalmente para consumo propio con la variedad reina de sus viñedos: la uva Albariño.

 

 

 

 

Acompañada de Fátima Santiago, miembro del departamento de Comunicación y Xaqui Martínez, técnico de viticultura, comenzamos nuestra visita por sus viñedos entre cepas emparradas de Albariño que parecen auténticos jardines por el vigor que muestran y la frondosa cubierta vegetal que las rodea.

Este método de cultivo en altura se emplea para asegurar que los racimos reciban mejor los rayos del sol y evitar la humedad del suelo.

 

 

 

 

Xaqui, experto y apasionado de la viticultura, me demuestra como el terreno del viñedo nos habla y, dependiendo de las plantas que nacen en esas cubiertas vegetales, nos “comunica” las carencias y nutrientes que necesita en cada momento. Su viticultura lleva a cabo investigaciones con las distintas plantas que componen estas cubiertas vegetales y que sirven de apoyo al cuidado natural de sus cepas. Ejemplo de ello es el trébol que nace en sus viñedos y que enriquece el terreno aportando abono nitrogenado a la cepa.

 

 

 

 

Para garantizar este exhaustivo cuidado con las parcelas de sus pequeños viticultores se establecen unas pautas de gestión que incentivan la mejora de la calidad del suelo.

Una vez conocido el lugar donde nacen sus vinos nos dirigimos a la bodega para sumergirnos en su elegante edificio frente a la ría de Arousa donde una fachada completamente acristalada nos da la bienvenida.

 

 

 

En esta ocasión Katia Alvárez, responsable de enología, nos guía por las diferentes áreas de elaboración. Iniciamos nuestra inmersión por el “Túnel del Vino” donde el vino Organistrum fermenta y alcanza su madurez en barrica.

 

 

 

 

Como resultado obtienen un Albariño elegante y gastronómico de alta gama elaborado con cepas cuidadosamente seleccionadas que expresa una potente carga frutal y notas ligeramente tostadas. Su nombre rinde homenaje a un antiguo instrumento musical gallego.

 

 

 

 

Continuamos nuestra visita y llegamos a la sorprendente Sala I+D, un auténtico paraíso para cualquier amante de la enología. Aquí, descubrimos una amplia gama de depósitos de diferentes materiales y tamaños donde realizan microvinificaciones y estudian la evolución del vino.

 

 

 

 

Entre grandes fudres, tinajas de arcilla, huevos de hormigón e incluso depósitos en forma de diamante descubrimos los matices y características que adquieren los vinos dependiendo del material donde se afinan. Disfrutar del Albariño antes de su embotellado y apreciar su evolución me resultó un auténtico lujo para los sentidos. Además tuve la oportunidad de catar un “Orange Wine” de esta variedad macerado con sus pieles sin raspón que me pareció una auténtica maravilla.

 

 

 

 

Nuestra visita concluye apreciando la extraordinaria versatilidad que ofrece la uva Albariño a través de sus vinos desde la sensacional Sala de Catas acristalada donde se contemplan los barcos pesqueros y las mejilloneras que salpican la ría de Arousa.

 

 

 

 

Vinos catados:

Martín Códax es su vino más característico que refleja la personalidad atlántica fresca y frutal de la Albariño.

Martín Códax Lías. Su crianza con las mejores lías finas le aporta complejidad y le convierte en la perfecta compañía gastronómica.

Martín Códax Arousa elaborado con viñedos al borde del mar donde se aprecia más la influencia de la ría con un carácter más salino y yodado.

Martín Códax Gallaecia. Esta joya enológica de Albariño se elabora en añadas especiales con uvas sobremaduradas con alto porcentaje de botritis. Destaca su intensidad aromática con notas de fruta pasificada y pinceladas especiadas destacando suavemente la cascara de naranja y el jengibre.

También tuve la oportunidad de catar algunas de las elaboraciones que crean en las Cooperativas que pertenecen al grupo Martín Códax de otras denominaciones de origen como los singulares Godello de la región de Monterrei y los tintos elaborados en El Bierzo en la Bodega Cuatro Pasos con la uva Mencía.

 

 

 

 

Desde aquí os invito a descubrir no solo la versatilidad que muestran sus Albariños sino también a visitar esta bodega y ser partícipe de las interesantes vivencias que ofrecen en torno al vino. Un recorrido y cata por la bodega, el “tardeo” en su terraza de verano con vino y música en directo o las diferentes experiencias que realizan a bordo de una embarcación marinera son una estupenda muestra de las delicias que podemos disfrutar en este rincón paradisiaco gallego.

 

 

 

 

Muchas gracias a Fátima, Xaqui y Katia por su hospitalidad y profesionalidad y agradecer a Jorge Pallarés, director de comunicación, por haber sido un magnífico anfitrión durante esta inolvidable jornada que siempre quedará en mi recuerdo.

 

 

 

 

 

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