Publicado el 25 de Septiembre de 2023
VINYA ALFORÍ, ENTRE VIÑEDOS Y SUEÑOS EN TIERRAS VALENCIANAS
FONTANARS DELS ALFORINS (VALENCIA)
Nuestros viajes por las regiones vitivinícolas españolas esta vez nos llevan a un exclusivo lugar donde sus vinos cobran vida entre caminos arbolados, espesos pinares, campos de girasoles, olivos, almendros, exuberantes higueras y extensos campos de cereales. Por ello, la denominan la “Toscana Valenciana”.
Un paraíso de viñedos y bodegas que comparte cierta similitud con la afamada Toscana italiana por la riqueza cromática que tiñe su entorno natural cuyos caminos arbolados serpentean hasta llegar a las coquetas masías de paredes encaladas.
Esta comarca, también conocida como “Terres dels Alforins”, está enmarcada en el triángulo que forman tres poblaciones consideradas de las más bonitas de la provincia de Valencia: Fontanars dels Alforins, Font de la Figuera y Moixent.
Su historia vitícola se remonta a los primeros asentamientos íberos donde el consumo del vino era un alimento cotidiano y además se utilizaba en celebraciones solemnes. Todo ello se ha podido constatar gracias a los restos arqueológicos del poblado íbero de La Bastida de Les Alcusses que habitó esta comarca en el siglo IV a.C.
Nos desplazamos a Fontanars dels Alforins situado en la zona más alta del Valle de Albaida para conocer Finca Ca Peller donde se ubica Vinya Alforí. Esta bodega basa la elaboración de sus vinos en un estilo propio donde la viticultura ecológica y la elaboración artesanal son los pilares fundamentales que dan vida a sus vinos y expresan la personalidad de esta región valenciana que apasiona a sus fundadores.
Entre viejos olivos y gigantescos árboles nos dirigimos a Finca Cal Peller rodeados de cepas de la uva tinta Monastrell, la blanca Macabeo y la excepcional variedad blanca Verdil. Esta última es originaria de Fontanars dels Alforins y lamentablemente se encuentra actualmente en peligro de extinción. Por ello, llevan a cabo una importante labor de recuperación para preservar la autenticidad y tradición vinícola de la región.
La rica historia vitícola de Cal Peller se remonta a varios siglos atrás cuando, el noveno marqués de Vellisca, Luis Melo de Portugal, renunció a la corona portuguesa y se estableció en Fontanars de Alforins donde construyó el palacio Torre Vellisca, hoy en día derribado. Adquirió diversas fincas colindantes para dedicarlas a la explotación agrícola y el reconocido prestigio del que gozaban los vinos de esta región le inspiró a fundar diferentes bodegas para su elaboración.
Ejemplo de ello es el “Cubet de Cal Peller”, la antigua bodega subterránea que alberga Finca Cal Peller que aún conserva las originarias tinajas de barro utilizadas para la elaboración del vino en tiempos pasados y que pronto será restaurada para preservar la tradición vitivinícola de la región.
Tras el fallecimiento del marqués sin descendencia la finca pasaría a manos de uno de sus sobrinos que recogería ese legado vitícola construyendo la actual bodega exterior.
Años más tarde Vicent Francés nacido y crecido en una finca contigua adquiriría esta finca. El profundo arraigo a esta comarca y la pasión por la agricultura, la naturaleza y el vino que compartía con el ingeniero agrónomo Vicent Penadés y el viticultor Fermín Pastor les convertiría tiempo después en el núcleo directivo que compone actualmente la bodega Vinya Alforí.
Junto con Vicent Francés, Fermín Pastor, la enóloga Rebeca García y la responsable de marketing y comunicación Carmen Pla recorremos el pequeño paraíso valenciano donde nacen sus vinos.
Un paraje singular con un particular microclima donde convergen los vientos de Levante y Poniente en un cruce de caminos. El viento de Poniente al provenir del interior aporta calidez y sequedad, mientras que el viento de Levante trae frescura y humedad.
Durante nuestro paseo por las más de 85 hectáreas que dispone la bodega entre viñedos, olivos y campos de cereales ecológicos encontramos cepas de uva tinta Monastrell, la blanca Macabeo, un pequeño viñedo plantado recientemente de Merseguera y unas jóvenes plantas de Verdil, la variedad autóctona en fase de recuperación que será la base de futuros vinos.
Fermín me transmite la filosofía de Vinya Alforí en la que prima la exclusividad y el detalle sobre la cantidad. Por ello, dentro de sus más de 45 hectáreas de viñedo, seleccionan minuciosamente los racimos de las mejores cepas para sus elaboraciones y el resto es vendido a bodegas del entorno.
Visitamos Finca La Umbría y Finca La Solana, lugares de origen de sus vinos parcelarios con viñas viejas de Monastrell que apenas producen un kilo de uva por cepa.
Estas dos fincas dotan a sus vinos tintos más exclusivos de una personalidad única llevando a cabo una crianza de 18 meses en tinos de roble francés y depósitos de hormigón.
Vinya Alforí Parcela Solana es un vino de intenso color, fresco, mineral y con aromas a fruta roja y negra ligeramente compotada.
Por otro lado, Vinya Alforí Parcela Umbría al ser una parcela menos soleada situada en la parte más baja de la finca y con suelos de pedernal presenta un color menos intenso. Destaca por su intensidad aromática tanto frutal como floral con pinceladas especiadas.
Desde la bodega, una rústica y encantadora Casa de Campo entre árboles centenarios, barricas, grandes tinos de roble francés y depósitos de hormigón somos testigos de la apasionada dedicación y cariño con la que dan vida a unas elaboraciones que representan la culminación de un sueño materializado en vino.
En este lugar tuve la oportunidad de catar:
Vinya Alforí Blanco. Tras la vendimia, los racimos de la variedad Macabeo permanecen en frío durante un día y después del despalillado realizan una maceración, nuevamente en frío, para potenciar sus aromas frutales. Posteriormente realizan la fermentación con sus lías en depósitos de hormigón creando un vino de aromas frutales y florales potente y a la vez fresco y con agradable untuosidad.
Vinya Alforí Cubet. La exclusiva zona donde nacen sus cepas de Macabeo, la larga crianza en depósitos de hormigón durante 18 meses y su reposo en botella durante 12 meses le aporta complejidad aromática con recuerdos minerales .
Vinya Alforí Negre de la variedad Macabeo es un vino blanco con alma de tinto o “Orange Wine”. Su fermentación con los hollejos sin raspón le aporta personalidad y adquiere un marcado carácter gastronómico.
Vinya Alforí Tinto marca el inicio de la trayectoria de la bodega. La Monastrell lleva a cabo su crianza durante 12 meses por dos caminos diferentes: una parte se desarrolla en tinos de roble francés para adquirir notas balsámicas y torrefactas, mientras que el resto lo hará en depósitos de hormigón para preservar la fruta. Después del coupage de ambas crianzas el vino permanece en reposo para su afinamiento otros 12 meses.
Nuestra visita finaliza en la finca contigua de Vinya Alforí cuya coqueta Casa Rural es el espacio perfecto para celebrar cualquier tipo de evento. Además, para mi sorpresa, cuenta con un pequeño Zoo en el tuve la oportunidad de observar incluso una pareja de canguros.
Finalmente os animo a descubrir estos vinos y, si tenéis la oportunidad, a recorrer esta comarca valenciana donde visitar Vinya Alforí. Esta bodega ha logrado contagiarme su pasión por la autenticidad que se manifiesta en su artesanía, la destreza agraria de la viticultura tradicional y su compromiso medioambiental con el entorno de la finca.
Un referente que une las buenas prácticas agrarias del pasado con el conocimiento del presente para preservar y mostrar la riqueza de estas tierras a las generaciones futuras.
Muchas gracias a la gran familia que forma Vinya Alforí por la magnífica jornada vivida en esta finca que siempre quedará grabada en nuestro recuerdo.
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